¿QUE ES PARA MI UNA

RUTINA DE BELLEZA?

Para mi, (y con todo el cariño) la belleza no radica en maquillajes, en productos ‘milagro’ o en cremas de marcas famosas varias. La verdad es que opino firmemente que no hace falta todo eso para sentirse bien, para cuidarse, para mejorar tu aspecto, etc.

Básicamente, mantener una piel sana a la que no le falte nada, bien cuidada.

Puesto que todos deberíamos poder sentirnos bien con nuestro cuerpo si así lo consideramos, en vez de someternos a juicio público…

En ningún momento considero que un@ no se pueda maquillar, al contrario, solo defiendo que se haga de forma responsable y sostenible, por voluntad propia y no por presión social, por que nos hace sentir bien y no para evitar que nos hagan sentir mal.

Por lo que, en el caso de que esa persona se sienta bien usando maquillaje, cremas o productos; lo único que yo le pediría es que lo haga con consciencia, tanto de que ingredientes llevan esos productos, como de si se ha hecho daño a algún animal en el proceso, o como pueden afectar esos productos a la propia salud de la persona (sobretodo en casos de embarazo).

…HABLEMOS DE MI…

En mi caso siempre he tenido la piel entre seca y grasa, tengo la piel atópica, y durante muchos años tendencia al acné (que me empeoraba yo sola con algunos productos pensando que lo iban a solucionar).

Llegó un momento en el que, frustrada, abandoné mis ‘rutinas’ de belleza pensando:

‘ si por tener acné soy ‘fea’, pues ‘fea’ seré, pero no me maltrato más la piel, ni me gasto más dinero en productos que no funcionan; y no me escondo más’.

Gracias a esto, al cabo de unas dos semanas me di cuenta de que mi acné se estaba reduciendo de forma considerable, lo único que hacían todos esos ‘potingues’ era engrasarme la piel todavía más, cosa que generaba más acné, que hacía que me pusiera más productos… y venga pez que se muerde la cola!

Tras investigar un poco, y aceptar que la belleza, en esta sociedad, estaba mal entendida y sobrevalorada, empecé a utilizar productos naturales (naturales de verdad como jugo de limón recién exprimido), fue mi punto más extremo de ‘no quiero ningún ingrediente en mi piel que no sepa de donde sale’.

Empecé también a prestar atención a como aquello que comía afectaba a mi piel, no solo al acné si no a su elasticidad o sequedad. A intentar no tocarme la cara constantemente ni apoyarla en mis manos. A cambiar con más frecuencia las fundas de mis cojines. Y a investigar que le faltaba y que le sobraba a mi piel.

Pueden parecer cosas de poca importancia o incluso tal vez ridículas pero la grasa natural de las manos o de la comida, un exceso de lavado, una falta de vitaminas o de los productos apropiados, incluso las bacterias y grasa que se acumulan en las fundas de las almohadas, en las toallas o en cualquier tela, con tan solo tres o cuatro días, marcan la diferencia.

Con mi ‘diploma de detective experta contra el acné’ (te estarás riendo pero yo de verdad lo convertí en una causa), fui encontrando la manera de alejarme de todos los productos ‘milagrosos’ y descubriendo qué era aquello que me funcionaba, qué me hacía sentir la piel sana y que me hacía sentir bien conmigo misma; me alejé del maquillaje y fue cuando más guapa, yo misma y auténtica me sentí.

A lo largo de los años, las necesidades de mi piel han ido cambiando, y mi ritual de belleza con ellas. 

Actualmente ya hay marcas que valoran la piel atópica, la piel grasa, no testar los productos en animales y/o no añadirle ingredientes que sean tóxicos, nocivos o no naturales.

Voy a romper una lanza en este punto porque antes de nada, hay que tener en cuenta, y mucho, los procesos hormonales, la alimentación, la hidratación, los factores ambientales y las necesidades de cada persona. 

Siempre habrá épocas o días en los que me despierte con algún rastro de acné, con algún granito escurridizo o con la piel más grasa.

Y ES PERFECTAMENTE NORMAL!!!

DICHO TODO ESTO, OS EXPLICO CÚAL ES MI RUTINA DE BELLEZA POR LA MAÑANA

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• • Utilizo una mascarilla de carbón activo que seca sola en pocos minutos, arrastra toda la suciedad al endurecer y se puede sacar entera. Mientras enciendo una velita, me relajo y leo las noticias Cuando es necesario y mientras espero, me depilo, me hago las uñas o ( solo cuando es imprescindible ordeno el mueble del baño)

• • Una vez retirada, me ducho, siempre con un jabón respetuoso con el PH de la piel, sin sulfatos y con un olor relajante, sin usar esponja, puesto que irrita la piel y ataca la microbiota.

• • Mientras estoy en la ducha, tomo consciencia de como fluye el agua por mi piel, mentalizándome de que va a ser un gran día, disfrutando del olor de la vela y del jabón que utilizo.

• • Los días que me lavo el pelo, utilizo champú adecuado a mi tipo de pelo, anti-caída, respetuoso con el PH y de uso diario, puesto que son los más suaves. Y un acondicionador también para mi tipo de pelo, puesto que tengo el pelo muy largo y si no, no puedo peinarlo

• • Utilizo una toalla de algodón para no agredir mi piel y sentirme arropadita por una tela suave

• • Para el pelo, uso siempre una toalla de microfibra o un trapo de hilo, puesto que cuidan el pelo

• • Mientras se seca mi piel la hidrato con una crema natural, sin químicos y que no engasa, insistiendo en las articulaciones, los codos y las piernas con un buen masaje

• • Para la cara utilizo solo un par de gotitas de aceite natural de rosa mosqueta (por sus vitaminas y para combatir las cicatrices o marcas) junto con crema de protección solar y que no engrasa

• • Utilizo un ‘rodillo’ facial para extenderla, evitando excesos y tonificando mi piel

• • Como tengo estrías, utilizo también una mezcla de crema hidratante de coco (que me encanta como huele) con unas gotas de aceite de rosa mosqueta natural para tratarlas y mimarlas, mientras me doy un buen masaje

• • Tras todo esto, utilizo un desodorante libre de químicos y alguna colonia cuyo olor dure

• • Para finalizar el proceso espero unos dos minutos a que los hidratantes se absorban