LA ADOLESCENCIA

la adolescencia

¿DE QUE HABLAREMOS?

En este artículo queremos profundizar sobre la adolescencia, como se define, como lo superan los adolescentes y como podemos 'sobrevivir' los adultos 
la adolescencia

¿DE QUE HABLAREMOS?

En este artículo queremos profundizar sobre la adolescencia, como se define, como lo superan los adolescentes y como podemos 'sobrevivir' los adultos 

VEAMOS…

 ¿Cómo se define la adolescencia y que diferencia hay con la pubertad?

 

La adolescencia se define, según la OMS como el período de crecimiento que va después de la niñez y antes de la edad adulta.

Según el diccionario, es el período de la vida que comprende la aparición de la pubertad, marcando el fin de la infancia y el inicio de la edad adulta (una vez el organismo ha completado su desarrollado).

En general, la definimos como la transición de ‘pequeños’ a adultos, el momento dónde se desarrollan física y psicológicamente.

Y aunque todo esto es perfectamente correcto, hay una diferencia entre adolescencia y pubertad.

La pubertad es el período en el que se desarrollan los caracteres sexuales secundarios*, alcanzando la capacidad reproductiva, es la primera fase de la adolescencia.

La adolescencia se refiere al momento en el que aparecen los cambios psicológicos y sociales que llevan a a la adultez.

 

Una pregunta interesante es si todos los jóvenes ‘viven este proceso igual’, y la respuesta es NO.

 

No lo van a vivir igual porque cada persona, esta influenciada por su entorno, la educación recibida, las oportunidades que tiene, los recursos de los que dispone y la cultura que le rodea.

A demás, uno de los motivos más básicos por el que este proceso es diferente en cada persona, radica en la biología.

Las hormonas son las principales culpables de esto, más allá de los factores externos que acabamos de comentar.

Sus concentraciones tienen sutiles diferencias entre individuos del mismo sexo, y diferencias sustanciales entre personas de diferente sexo.

Un ejemplo rápido: en los hombres se produce un incremento del crecimiento muscular, condicionado por la concentración de testosterona. En cambio, con el nivel de grasa corporal ocurre lo contrario, es mayor en chicas, a quienes también les crece más la cadera, a diferencia de los hombres que les crecen más los hombros. 

Para saber más al respecto de los cambios físicos puedes consultar el siguiente artículo.

 

‘Todo lo anterior, genera diferencias tanto físicas, de fuerza y de habilidad atlética, como psicológicas’

 

 

Hasta aquí hablábamos de sexo, ¿Qué pasa con el género?

El género se refiere a las categorías sociales de masculino o femenino.

En las culturas tradicionales, la conducta esperada de los adolescentes y el trabajo que realizarían de adultos estaban claramente separadas por el género, ¿Pero… y ahora?

 

 

‘Según el último estudio del NORC, las creencias tradicionales son ahora más débiles, pero no inexistentes.’

 

Esto, comporta que ambos sexos desarrollen habilidades y actitudes diferentes, generando conductas diferentes, según como su entorno les ha instruido, influido o incluso ‘amenazado’, llevando algunas veces a mentalidades y acciones más actuales y otras veces mas tradicionales, en ocasiones más sanas, en otras no.

Los medios de comunicación juegan un papel importante en todo lo expuesto puesto que muestran ciertos modelos tanto estéticos como sociales, muy acordes a los roles tradicionales, aunque recientemente se está procurando evitar ese tipo de practicas.

 

¿A QUÉ NOS LLEVA ESTO?

 

Pues nos lleva a que es una etapa complicada en la que están implicados muchos factores que influyen en como se desarrolla la misma.

De entrada, los jóvenes (aunque muchas veces no lo parezca o no lo reconozcan), sienten inquietud o miedo, o tienen dudas respecto a esta etapa, a cómo se sienten, a que se espera de ellos, a que deben hacer…

A pesar de ser un período necesario e inevitable, es muy probable que no se sientan ‘preparados’ o ‘capaces’, que no terminen de entender que sucede en sus mentes, en sus sentimientos o en sus cuerpos. Y aunque por fuera parezcan muy ‘valientes’ y a veces ‘chulitos’, es posible que solo sea su forma de no mostrar lo que realmente piensan y sienten.

Son frecuentes los comentarios de que a los jóvenes ‘se les va la cabeza’, ‘parece que estén como una cabra’, ‘cambian de opinión y de compañías constantemente’ etc.

Sobre los cambios en la composición de los grupos de amigos y grupos sociales durante la adolescencia, aquí encontrarás una breve exposición.

Pero, las hormonas, los cambios físicos, las emociones y el cómo el entorno reacciona a todo esto, es una tormenta que se suma al ‘estrés’ que la propia etapa genera.

Y muy probablemente, la forma en que los adolescentes se ven a sí mismos, es un reflejo de hasta qué punto están a la altura de las expectativas culturales (Perinat et al., 2007), lo que hace que modelen, varíen o modifiquen su forma de pensar y de actuar.

Actualmente, para acabar de complicarlo, las nuevas tecnologías, las redes sociales, la globalización, la cosificación (de ambos sexos) y, curiosamente, la enorme falta de información (me refiero a la información real, importante y necesaria) ; estereotipan, señalan y etiquetan, cómo deben ser o actuar, que deben hacer y dónde deben ir nuestros adolescentes; y, por consiguiente, los confunden aún más; cosa que con todo ese caos y presión, no ayuda en absoluto.

Si a esto, le sumamos todo lo que hemos explicado en los artículos de esta sección sobre: la socialización diferencial por género, el papel que juegan los padres, los cambios en los grupos de amigos, el entorno y sus características; obtenemos un sinfín de presión, tanto externa como interna, que en cada uno afecta y se expresa de forma distinta.

 

¿Y COMO SUPERAN ESTA ETAPA?

 

No hay una manera universal de conseguirlo y no todo el mundo lo consigue del todo, pero de entrada no tienen otra opción que pasar por ella; y en general, afrontan todo lo que hemos explicado, de la mejor manera que pueden o saben, mediante la experiencia, el prueba-error, apoyándose en sus iguales o en lo que les gusta o en alguien que les gusta.

Lo que es cierto, es que con apoyo, escucha, comprensión y ayuda, podemos contribuir a que la superen.

Nos referimos a fomentar la lógica y el razonamiento (aunque a veces es muy complicado puesto que tienen respuesta y argumentos para todo), a mantener unas normas pero ‘negociadas’ (que no sean imposiciones, darles un poco de margen de decisión y negociación al respecto, según su madurez), a darles responsabilidades acorde a sus capacidades, a escucharles mucho y con calma, a darles toda la información que necesiten o deban tener, a permitirles (siempre que sea posible) que se apoyen en aquello que les ayude, etc.

Puede parecer ‘poco’, no trascendental o obvio pero son pequeñas cosas que contribuyen a que su paso por el proceso sea más llevadero para todos, a que su desarrollo vaya por el buen camino y sobre todo, a que superen esta etapa.

 

¿Y NOSOTROS, COMO CONSEGUIMOS NO VOLVERNOS LOCOS MIENTRAS LO HACEN?

 

Tampoco hay una manera universal de conseguirlo pero la base radica en entender que es una etapa ‘complicada’, llena de altos y bajos, en los que nuestros adorables peques de repente parecen poseídos por un gremblin…

Antes de llevarnos las manos a la cabeza y ofuscarnos porque ‘ no se puede ser tan así (como sea)’, debemos recordar como éramos nosotros a su edad y que nos decían nuestros padres o como les sacábamos de quicio por cosas que considerábamos diferente. Una vez hecho eso, estaría bien considerar que los tiempos han cambiado, las influencias, las oportunidades y las herramientas de las que disponen, son diferentes, los medios, las redes, la sociedad y la cultura, han cambiado y tener todo esto en cuenta muy probablemente nos ayude a comprender porque hacen y dicen de una forma u otra. Al comprenderlo podemos actuar en consecuencia.

Sin olvidar todo lo anterior, es recomendable que busques espacios y estrategias que te ayuden a afrontar esos días tan… intensos…

Como padres, también necesitamos un respiro, las responsabilidades más allá de nuestros hijos, como el trabajo, el resto de la familia, nuestros conyugues, las tareas del hogar, (lo que sea)… nos ‘acechan’ a diario, nos agobian, nos preocupan, nos cambian el humor, etc. Sea como sea, es normal que nos sea difícil lidiar con todo y más con adolescentes de por medio. Por eso, debes buscar momentos y espacios en los que puedas relajarte, unos minutos de desconectar y centrarte, de afrontar y aceptar, de vaciar toda esa carga para poder seguir adelante tanto con ‘nuestras cosas’ como con nuestros hijos.

Volvamos a ellos, es cierto que hay días en los que las discusiones están a la orden del día y van en bucle, no se les puede decir nada, no se les puede responder, a veces no responder es todavía peor, y puede que algunas puertas sean cerradas de forma brusca en consecuencia, etc.

Primero de todo, RESPIRA, vemos esta etapa como una guerra lo que hace que participemos en ella, y por difícil que sea con los adolescentes, dos no se pelean si uno no quiere.

Si estás ‘en paz’ (si estas histérico no servirá), piensa en si aquello que piensa, argumenta o discute en este caso tiene sentido, es decir, hay algo que, si estuvieras en su lugar, te gustaría que tus padres se replantearan? Si la respuesta es afirmativa, trata de negociarlo, de comentarlo, de tender puentes; si es negativa, pídele la opinión de todos modos, exponed los puntos de vista y los argumentos, es posible llegar a un acuerdo o a una comprensión que reduzca las tensiones y los problemas.

Repetir este proceso cuando hay conflictos y días ‘duros’, puede ayudar a reducirlos de forma considerable, a crear espacios de debate más o menos acalorados en vez de batallas campales.

 

– HABLEMOS DE MI-

En mi caso ….

»Queridos padres, profesores y adultos en general, por favor, tengamos calma y paciencia, pues los cambios que comporta el desarrollo, así como la cultura, la presión social y/o ambiental, las inquietudes, las hormonas, los cambios físicos y cómo entiende todo esto nuestro entorno, son los que provocan todos estos cambios radicales en su forma de pensar, en su forma de actuar y reaccionar y también en la composición de los grupos de amigos y grupos sociales, o en sus formas de ver el mundo, etc. Y, básicamente, es lo que conforma esta etapa.

Evidentemente, esto no significa que no debamos seguir educándolos y ‘protegiéndoles’ de algunas de sus decisiones y experimentos.

Pero aunque no lo parezca, al final, les harán encontrar su sitio y a sí mismos, aunque ahora parezcan perdidos y locos.»

 

DICHO TODO ESTO,

 

Queridos padres, profesores y adultos en general, por favor, tengamos calma y paciencia, pues los cambios que comporta el desarrollo, así como la cultura, la presión social y/o ambiental, las inquietudes, las hormonas, los cambios físicos y cómo entiende todo esto nuestro entorno, son los que provocan todos estos cambios radicales en su forma de pensar, en su forma de actuar y reaccionar y también en la composición de los grupos de amigos y grupos sociales, o en sus formas de ver el mundo, etc. Y, básicamente, es lo que conforma esta etapa.

Evidentemente, esto no significa que no debamos seguir educándolos y ‘protegiéndoles’ de algunas de sus decisiones y experimentos.

Pero aunque no lo parezca, al final, les harán encontrar su sitio y a sí mismos, aunque ahora parezcan perdidos y locos.

 

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